sábado, 25 de agosto de 2012

La estética de la dominación

La "colonia" es un territorio tomado en el que se ha desplazado la cultura autóctona y a los habitantes naturales, suplantándolos por los invasores y sus propios proyectos y objetivos.

En las colonias no rige y se desarrolla el Ser legítimo.

Y en los territorios 'tomados' la estética no es el modo de abordar lo sensible. Donde reina la opresión la estética es una política de imposición conceptual a través de lo visual.

En teoría, el HACER en ARTE se relaciona con el MODO de SER colectivo, social, y ello depende de la manera en que se define ese Ser Social.

Lo “estéticamente aceptado” no es inocente, sobre todo cuando la autoridad impone la dominación; fuerza la expresión y adhesión hacia su propio y extraño "modo de ser".

La imposición cultural implanta un modelo conceptual que facilite la aceptación de sus propios argumentos coercitivos.

Espacios fraternos

¿A qué distancia cuasi-infinita estamos de La Verdad?

martes, 14 de agosto de 2012

Cada cosa en su lugar

La gente, los animales, el agua, las plantas y cualquier cosa que vive y sobrevive sobre el planeta constituye, junto a la vida social y religiosa, una unidad y una armonía inseparables, que si bien se expresa a través de distintas formas, observa reverencias que impiden sobrevalorar o subestimar una cosa respecto de la otra.

No existe un Dios o una Autoridad Superior a lo que existe. LO QUE EXISTE ES LO SUPERIOR.

La riqueza y complejidad del pensamiento indígena es diferente y muy superior a los criterios y conceptos de la sociedad occidental (los auténticos 'bárbaros'), por los cuales alguna gente (que además exige ser considerada 'superior') se adjudican el derecho a ensuciar, destruir, matar, extinguir y/o exterminar.


lunes, 13 de agosto de 2012

Rosa Cósmica

No sólo nosotros tenemos decisión; todo lo demás también lo tiene.

domingo, 8 de abril de 2012

El milagro de la Vida

La cosa más rara de todas, más que lo que hay después de la muerte, más que los alienígenas, es la vida en sí misma.

Antes de que naciéramos: ¿dónde estábamos?, ¿no éramos nada? Y de pronto llegamos a este lugar soberbio, magnífico, vemos la luz, lo sentimos todo, y ¿qué hacemos?: nos encerramos en una burbuja a ocuparnos y preocuparnos de nuestra pequeña circunstancia inmediata, teniendo ante nuestros ojos, inteligencia y sensibilidad: ¡Todo el Universo!
Coincidimos con muchos seres semejantes (también dotados de inteligencia y sensibilidad) en este momento del devenir del mundo, y ¿qué hacemos? los ignoramos, dejamos ir la posibilidad de enriquecernos con ellos, de ayudarnos con ellos...
Ni hablemos del planeta; el único planeta con vida, con cascadas, con montañas nevadas, con flores, con sinnúmero de otras formas de vida complementarias en la ardua tarea de hacer y mantener una biosfera, y ¿qué hacemos? Al planeta lo usamos, lo ensuciamos; a la flora y la fauna la eliminamos.
Nos es dada una oportunidad, un plazo, puede ser de 80 años, de 50, de 20, de unos pocos días. ¿Cuánto de ese tiempo dado lo empleamos para enterarnos para qué y porqué nos fue dada esta extraña oportunidad?
Y por si fuera poco habernos dotado de un cuerpo físico, por lo común sano, rebozante de energía, de entusiasmo, de capacidad para sentir placer, de inteligencia y de conciencia, además y como si fuera poco, se nos ha concedido un talento.
Y a tal punto menospreciamos el talento que a veces ni lo reconocemos en nosotros mismos; y supongamos que sí, pero por lo común no saben de nuestro talento los que nos rodean, y nosotros no sabemos los de ellos.
Se declaran guerras (siempre estúpidas e innecesarias) y se matan a miles y millones de personas; indiferentes a los talentos que han sido eliminados.
Mueren personas en un accidente; nadie menciona que ha muerto con ellos este u otro talento; esta y otra pasión.
¿Qué queremos buscar más allá de la vida si estando en la vida la hemos estado bastardeando?
Y los supuestos alienígenas, ¿nos pueden dar más de lo que tienen para darnos millones, miles de personas como nosotros?